Salmo 23:1-2: “El Señor es mi pastor, nada me puede faltar. El me hace descansar en verdes praderas, me conduce a las aguas tranquilas”.

Queridos amigos: en estos momentos tan especiales que estamos viviendo más que nunca deben resonar en nuestros oídos estas hermosas estrofas del Salmo 23. Incluso sería muy conveniente repetirlas varias veces durante el día, sobre todo cuando estemos, tal vez, algo decaídos o desanimados. 

Ellas son una invitación a la confianza “actual” en Dios: “me hace descansar en verdes praderas”. ¡Ahora, en este momento, en cada momento! Y también a la esperanza en Él: “me conduce a las aguas tranquilas”, o sea, que habrá un final feliz y sereno si permanecemos y nos dejamos guiar por Él.

Por eso, debemos poner todo en manos del Señor, sabiendo que siempre está a nuestro lado y no permitirá que ningún mal nos dañe. Él los colme de bendiciones.